Edad: por su aspecto, pasados los cuarenta.
Identificación: kiosquero en Barcelona.
Diagnóstico: ¿desconfiado?, ¿con pretensiones de espía?, quizás sólo precavido.
Enfilé el Paseo de Gracia para
dirigirme al puerto, como me habían indicado en la oficina de turismo. No tenía
mucho tiempo para ver lugares, tampoco para comprar recuerdos. Pero igual que
en otras ciudades turísticas, encuentras postales, imanes o bailarinas de
flamenco en todas partes. Y en un kiosco del paseo vi una postal que me encantó. Tenía
que ser ESA. Así que me acerqué al expositor rotatorio, pero antes de cogerla
lo giré un poco para ver si había alguna otra que me gustara. Al querer moverlo
por segunda vez, vi que se resistía e, igual que en una película, me asomé al
otro lado. Allí, poniendo resistencia a mi visionado había un tipo: el
kiosquero. Cada vez que yo intentaba girar el expositor, él lo paraba. Era
imposible seguir mirando.
Antes de que el kiosquero entrara en acción, había visto un par de postales que me gustaron, pero sólo cogí la que había visto en primer lugar. Me había encaprichado. No gasté más.
Buenísimo.
ResponderEliminarSanhoycal, tu comentario entró en spam y no lo había visto hasta ahora. A veces pasa, incluso con mis respuestas en mis propios blogs.
EliminarMe pasé ya por tu blog, sólo que en silencio. Llevo una temporada en que me cuesta dejar señales de mi paso. Pero llegarán.
Un saludo.
Vaya. Sí que has estado cerca. Bueno, aquí mismo. Yo suelo pasar mil veces por esos kioscos, especie en extinción, pero no tengo nada que comprarles. Para eso hay que ser turista. No solemos comprar recuerdos de donde vivimos.
ResponderEliminarTu kiosquero es raro, rarísimo. Aunque luego recuerdas la cantidad de cosas que te pueden pasar trabajando en el centro de Barcelona o pasándote un rato largo por allí y a lo mejor hasta le entiendes. Claro que sigo sin entender por qué no decía nada. Otro de esos comercios barceloneses que no sabes por qué ni cómo siguen en pie. Y mas tratándose de los ya casi anacrónicos kioscos.
Eso fue hace ya algunos años, creo que ya existía Dorotea pero no el blog. Si hubiera sido ayer, ten por seguro que habría contactado contigo para ver si podríamos desvirtualizar. :)
EliminarEra muy raro. Entiendo que tenga que controlar el negocio, pero esa actitud... Lo que se me quedó en la memoria fue ese gesto para bloquear el expositor, pero probablemente ni me dijo hola, ni adiós ni gracias.
Un abrazo.
Se ve que no quería vender. Me gusta tu blog. Un saludo
ResponderEliminarHola, Susana:
EliminarGracias por la visita. En este no publico mucho, pero es una gran terapia, un desahogo. :)
Un saludo.