Nombre: Lolo
Edad: veintipocos (en el momento de esta anécdota).
Identificación: hermano de mi madre.
Diagnóstico: carota, creaba sufrimiento a su familia mientras adulaba y quedaba bien con los demás.
Podría escribir una entrada semanal sobre Lolo y, si el blog fuera una libreta, tendría que comprar otra porque se acabarían antes las páginas que las historias sobre él. Si aún no había sido el protagonista de una sesión es porque me parecía una persona tan despreciable que no quise hacerlo protagonista, pero el otro día mi madre recordó una anécdota típica de estas fechas y me puse hecha una furia, más por todo el rencor acumulado que por la anécdota en sí, así que decidí escribir para aliviar un poco la tensión.
01 noviembre 2020
Sesión 18: Lolo (1): al cementerio
03 septiembre 2020
Sesión 17: Margarita no es una flor
Nombre: Marga.
Edad: 39.
Identificación:
amiga del instituto.
Diagnóstico:
pesimista (y me quedo corta), interesada, seca, llegué a pensar en doble
personalidad.
Marga fue mi
primera amiga en el instituto, pero nuestra amistad se afianzó sobre todo a
partir de COU, el último curso, cuando hicimos piña con Carmen.
Era bastante seca, incluso borde, pero de cuando en cuando sacaba un lado
simpático que no sé de dónde salía. No duraba mucho. Igual que Carmen, era
pesimista, se metían en un hoyo del que no salían en toda la noche, aunque
Marga al menos no era victimista. En fin, que era como era, simplemente mi
amiga y la aceptaba, como se acepta a una hermana.
Los problemas
vinieron tiempo después, habían pasado unos años desde mi llegada a Madrid. Cuando
dos personas se alejan es habitual que el contacto se vaya haciendo más
esporádico. Marga y yo nos escribimos cientos de cartas durante nuestra época
universitaria, pero llegó el momento de buscarse la vida de otra manera y no sé
si es que le pasaban menos cosas porque no iba a clase o le faltaba tiempo
porque estaba buscando curro, el caso es que fue dejando de comunicarse. Solo
hablábamos cuando iba a casa por vacaciones. Sin embargo, ese silencio no era
impedimento para llamarme una y otra vez hasta quemar su teléfono y el mío si
necesitaba algo de mí.
02 septiembre 2020
Sesión 16: María de la C.
Nombre: Carmen.
Edad: 40.
Identificación:
amiga del instituto.
Diagnóstico:
victimista, pesimista (y me quedo corta), envidiosa, otra
incapaz de confiar, egocéntrica.
Conocí a Carmen
en 3º de BUP, porque teníamos una amiga en común, Marga (de la que hablaré
probablemente en la siguiente entrada). Pero en COU, el último año del insti,
nos tocó juntas en clase y nos hicimos muy amigas. O eso creía yo.
Para mí una
amistad está basada en la confianza. Tienes en la otra persona un apoyo,
alguien a quien puedes contarle lo que sea sin que te juzgue (aunque cuando
quieres a tus amigos a veces les perdonas esto), alguien que te va a escuchar
cuando lo estás pasando mal, alguien a quien contarle tus amoríos (sobre todo
los frustrados) y alguien también con quien celebrar lo que más te importa. Por
supuesto, todo esto es una calle de doble sentido.
01 septiembre 2020
Sesión 15: aprendiz de escritora sin Alma
Nombre: Alma.
Edad: cincuenta
y pocos.
Identificación:
compañera de taller de escritura.
Diagnóstico:
incapacidad para asumir las críticas constructivas, intolerante con
las opiniones de los demás, sobre todo cuando difieren de las suyas, egolatría, doble personalidad.
Apenas conozco a
Alma. Comenzamos el taller de escritura en octubre y lo terminamos en junio,
pero desde marzo fue por videoconferencia y no hay tantas oportunidades para el
parloteo en ese medio… afortunadamente en este caso.
Al principio me
parecía un poco rara, pero quién no lo es. Solo que a medida que avanzaba el
tiempo y nos conocíamos un poco a través de nuestros escritos, empecé a ver
actitudes en ella que no me gustaban nada. Nos halagaba exageradamente y yo, que
no tengo un ego muy elevado, me limitaba a agradecérselo y para mis adentros
pensar que no era para tanto, realmente me incomodaba.
29 julio 2020
Sesión 14: Paco y el chico este, sesión en pareja
Nombre: Paco.
Edad: 48.
Identificación:
uno de mis ex.
Diagnóstico:
falta de confianza, incapacidad para comunicarse, cobardía, mentiroso por
omisión.
Nombre: el
chico este (ECE)
Edad:
pasados los cincuenta.
Identificación:
ex de una de mis mejores amigas.
Diagnóstico:
falta de confianza, incapacidad para comunicarse, cobardía, probablemente
también mentiroso por omisión, pero no tengo tantos detalles.
Paco y el chico
este podrían hacer juntos terapia de grupo o terapia en pareja (no de pareja).
Aunque Paco es uno de mis ex y ECE el ex de una de mis amigas, no se conocen.
Hace mucho que terminé esa relación y ECE acaba de salir de la vida de mi
amiga, pero me recuerda tanto a Paco que he decidido meterlos en el mismo saco.
18 febrero 2020
Sesión 13: Betty email en viernes
Nombre: Betty
Edad: ¿treinta y cinco?
Identificación: (des)coordinadora de algo.
Diagnóstico: la plasta de los viernes.
Edad: ¿treinta y cinco?
Identificación: (des)coordinadora de algo.
Diagnóstico: la plasta de los viernes.
Betty es agradable, siempre me ayudó cuando (ella) estaba en el otro departamento y, de hecho, nos llevamos muy bien, pero me saca de quicio que mande emails pidiendo cosas el viernes a última hora de la tarde. NO.
No hay mucho más que decir, o sí, pero no es necesario. Quien fastidia a sus compañeras enviando tareas un viernes por la tarde no merece ni las gracias, solo entrar en una lista de idiotas.
13 febrero 2020
Sesión 12: Mari la broncas
Nombre: María.
Edad: cincuenta y pico.
Identificación: directora del registro en la empresa donde trabajo.
Diagnóstico: tirana, iracunda, le gusta echar broncas en público.
Edad: cincuenta y pico.
Identificación: directora del registro en la empresa donde trabajo.
Diagnóstico: tirana, iracunda, le gusta echar broncas en público.
María
es la directora del registro y todos dicen que es muy organizada y lo
lleva todo muy bien, pero yo echo de menos a su antecesor. Por suerte no
tenemos mucho contacto, pero cuando lo tenemos siempre arde Troya y
acaba soltándome alguna frase borde o directamente una bronca. Lo de las
broncas ha pasado en dos ocasiones. De la primera hablé en una entrada en mi otro blog
y la segunda sucedió hace unos días, cuando decidí que tenía que tener
su entrada aquí por derechos propios y entrando por la puerta grande.
Si la bronca anterior estaba más o menos justificada dependiendo del punto de vista, esta no lo estaba para nada. Quería que le dijera qué normativa interna tiene que utilizar para un procedimiento que su departamento gestiona. Me preguntó a mí porque soy quien recoge los documentos para ese procedimiento, pero no sé nada más. Es su departamento el que pone las reglas, el que decide qué se pide como requisito y el que me da la lista. Como le dije que no sabía se puso furiosa porque eso significaba que si no sabía qué reglamento usan es porque no lo tienen y si no tienen uno es su problema y su responsabilidad. Y ahí empezó todo, de nuevo con público. No me lo dijo cuando me llamó, pero había un subordinado suyo en la habitación y ella no se corta en poner el manos libres. El tipo, claro, no se privó en lanzarse a mi yugular para quedar bien delante de su jefa. La bronca gratuita me molesta, que lo haga delante de gente me pone furiosa. Así que ella entra aquí no solo por tirana y echar las bronca en público sino por también por imbécil y gilipollas. Y si no le llamo nada peor es porque no quiero perder los papeles como ella.
Si la bronca anterior estaba más o menos justificada dependiendo del punto de vista, esta no lo estaba para nada. Quería que le dijera qué normativa interna tiene que utilizar para un procedimiento que su departamento gestiona. Me preguntó a mí porque soy quien recoge los documentos para ese procedimiento, pero no sé nada más. Es su departamento el que pone las reglas, el que decide qué se pide como requisito y el que me da la lista. Como le dije que no sabía se puso furiosa porque eso significaba que si no sabía qué reglamento usan es porque no lo tienen y si no tienen uno es su problema y su responsabilidad. Y ahí empezó todo, de nuevo con público. No me lo dijo cuando me llamó, pero había un subordinado suyo en la habitación y ella no se corta en poner el manos libres. El tipo, claro, no se privó en lanzarse a mi yugular para quedar bien delante de su jefa. La bronca gratuita me molesta, que lo haga delante de gente me pone furiosa. Así que ella entra aquí no solo por tirana y echar las bronca en público sino por también por imbécil y gilipollas. Y si no le llamo nada peor es porque no quiero perder los papeles como ella.
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